Lo escencial es invisible a los ojos.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Virus

El Hombre llevaba casi 20hs oculto en el sótano operando varias computadoras. El día anterior se había escapado de unos tipos que querían inyectarle un virus que borraba la memoria. Lo que ocurría en las calles era una cruel masacre de recuerdos. Los tipos habían descubierto un sistema para transferir, del espacio virtual a la vida real un virus informático. Estaban infectando a quien se les opusiera. Proclamaban empezar el nuevo mundo. Pretendían blanquear cada mente sobre el planeta para implantar sus pensamientos en la nueva memoria. Decían que extirpar el pasado era mejor que matar. Tenían pensado contaminar el agua y los alimentos de las ciudades. De conseguirlo, habría una epidemia de amnesia colectiva y ya nadie podría detenerlos. Él esperaba hacerlo. Había intentado fabricar un antivirus y trasladarlo a la realidad, pero había fallado en alguna etapa del proceso. Por eso buscó un lugar seguro, ahí en el sótano, tenia lo necesario para experimentar una y otra vez. No descansaría hasta obtener la fórmula correcta. Nadie sabia donde estaba, salvo su esposa, que a mediodía le había llevado la comida. Al rato, olvido que hacia en ese lugar y por que habían tantas computadoras.

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