Lo escencial es invisible a los ojos.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Una Tumba en la Nieve

   El hombre llevaba días perdido en la cordillera.Sin que pudiera evitarlo su avioneta se había suicidado contra un cerro.Caminaba,la nieve hasta las rodillas,por el quebrado paisaje,mientras los buitres lo acechaban como volantones negros desde el cielo.De pronto,tras superar una cuesta,diviso una ruinosa cabaña oculta en un tajo de montaña. Descendió, empujo la puerta y entro.En el sombrío lugar todo había muerto hacia años,incluso la joven pareja que,conservada por el frió, estaba inmóvil sobre el destartalado sofá. Reponiéndose del pasmo, bebió licor de una polvorienta botella y mastico mendrugos grises y fiambre rancio que hallo en la alacena.Reviso el sitio, cambio sus ropas por otras secas, y se dispuso a huir de esa tumba sin tiempo.Al echar un vistazo, descubrió un antiguo reloj de repisa, partido en dos, caído a los pies de los difuntos. Parecía muy valioso, decidió llevárselo. Unió fuerte las mitades con una piola, lo coloco en su mochila y partio sin mirar atrás.Fue por eso que no pudo ver que los cadaveres,
despertando a la vida como de un largo sueño, comenzaban a moverse.
 

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