La princesa traicionada
Padre Rey necio e ignorante,
De un lejano país,
Que tenía una hija
Y la acusaba de mala mujer.
Creía que con su dureza,
Lograría tener su cariño.
Pues tan equivocado estaba
El delito que ella cometió,
Fue que solo se enamoró.
Bastante causa le dio
De reconocimiento y admiración.
Recuerdos vienen a su cabeza,
Que la perturban y confunden
De una infancia no oportuna,
De enfermedades y desprecios.
Su padre la trata muy mal,
La acusa sin razón.
Ella es noble y valiente
Inútilmente le jura al padre,
No haberlo traicionado.
Este no le cree ni una palabra
Pues debe abandonar el palacio.
Retirando su equipaje
Va desconsolada y con amargura,
Por los pasillos que la vieron crecer.
Y dándose cuenta que nunca
Se le reconoció como era ella,
Va dejando atrás mucho dolor y disgusto.
Creyendo que esta liberación
Transformará su vida,
Lo único que pretende es que
Le permitan tener un poco de
Dicha y felicidad.
Tanto desacierto hay en esta decisión,
Que se encontrará
Un mundo de hipocresía y cinismo,
El cual nunca imaginó.
Y llorando noche tras noche,
A los brazos de su padre quiere volver,
Mas ya es demasiado tarde,
Porque Éste acaba de fallecer.
ANA MARIA LOPEZ
1ero.2da.
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