García Lorca terminó de escribir Doña Rosita la soltera en junio de 1935 y la estrenó el 13 de diciembre del mismo año en Barcelona. El autor cuenta cómo nació la melancólica comedia: "Concebí Doña Rosita en 1924. Mi amigo Moreno Villa me dijo un día: «Te voy a contar la historia bonita de la vida de una flor, la Rosa mutábile, de un libro de rosas del siglo XVIII». Venga. «Había una vez una rosa ... » y cuando acabó el cuento maravilloso de la rosa, yo tenía hecha mi comedia. Se me apareció terminada, única, imposible de reformar."
Esto, unido al conocimiento directo que tuvo el autor de muchos casos similares al que plantea la pieza, dio origen a este drama cuyo te
Esto, unido al conocimiento directo que tuvo el autor de muchos casos similares al que plantea la pieza, dio origen a este drama cuyo te
García Lorca terminó de escribir Doña Rosita la soltera en junio de 1935 y la estrenó el 13 de diciembre del mismo año en Barcelona. El autor cuenta cómo nació la melancólica comedia: "Concebí Doña Rosita en 1924. Mi amigo Moreno Villa me dijo un día: «Te voy a contar la historia bonita de la vida de una flor, la Rosa mutábile, de un libro de rosas del siglo XVIII». Venga. «Había una vez una rosa ... » y cuando acabó el cuento maravilloso de la rosa, yo tenía hecha mi comedia. Se me apareció terminada, única, imposible de reformar."
Esto, unido al conocimiento directo que tuvo el autor de muchos casos similares al que plantea la pieza, dio origen a este drama cuyo tema es un triste producto de la vida provinciana, la "solterona", la mujer llamada "niña" casi hasta su vejez, que ve consumirse su vida en un noviazgo que no se define, en la espera triste y desairada de un matrimonio que no llega. Por el ambiente familiar y social al cual pertenece, lleno de prejuicios y de mojigata cursilería, no ve como digna y aceptable otra salida que seguir aguardando eternamente una decisión que nunca se concretará, mientras la dolorosa angustia de la frustración va impregnando poco a poco su espíritu hasta destruirla.
Esto, unido al conocimiento directo que tuvo el autor de muchos casos similares al que plantea la pieza, dio origen a este drama cuyo tema es un triste producto de la vida provinciana, la "solterona", la mujer llamada "niña" casi hasta su vejez, que ve consumirse su vida en un noviazgo que no se define, en la espera triste y desairada de un matrimonio que no llega. Por el ambiente familiar y social al cual pertenece, lleno de prejuicios y de mojigata cursilería, no ve como digna y aceptable otra salida que seguir aguardando eternamente una decisión que nunca se concretará, mientras la dolorosa angustia de la frustración va impregnando poco a poco su espíritu hasta destruirla.
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